Ambos equipos estaban parejos en la tabla clasificatoria. Los ilicitanos sumaban cuatro victorias y cinco derrotas y el conjunto ché tres victorias, tres empates y tres derrotas en las nueve jornadas disputadas.
Durante la semana Roque Maspoli y Enrique Buqué preparaban concienzudamente el encuentro. El uruguayo quería afianzar al Elche C.F. en la zona templada de la tabla y el técnico catalán del Valencia C.F. enderezar el jugo de su equipo tras un arranque de temporada con muchas dudas.
Pero ambos desconocían que un tercer invitado se uniría de forma inesperada a la rutina de trabajo durante aquellos días.
Hasta 13 futbolistas franjiverdes, además del propio Maspoli, cayeron enfermos víctimas de la gripe. Desde Valencia se anunciaba que únicamente Fuertes y Andreu presentaban síntomas.
Aquello trastocó los planes de ambos clubes y los técnicos tuvieron que hacer malabares para preparar las sesiones de entrenamientos.
Los primeros en mostrar importantes cuadros de fiebre y malestar general fueron Araquistaín, Ramírez, Lezcano, Gonzalez, Hernandez y Emilio.
Con el paso de las horas las noticias empeoraban y a los seis enfermos se unían Silvio, Llompart, Asensi, Ballester, Serena, Curro y Vava. Los entrenamientos en Altabix se completaron con futbolistas del Deportivo Ilicitano, que milagrosamente esquivaron la gripe.
Carlos Marcos, secretario general del club, solicitó de inmediato el aplazamiento del partido a la F.E.F. El Valencia C.F. no se opuso y dio su visto bueno. Los valencianos, además de las posibles bajas de Fuertes y Andreu, tenían a Waldo y Sol con molestias y saldrían beneficiados si el partido se disputaba días después. Los días pasaban y el único que se incorporaba a los entrenamientos era el técnico franjiverde, que se vio obligado a suspender alguna sesión preparatoria ante la falta de efectivos.
Desde Madrid llegaba un telegrama con la nueva fecha. El partido se jugaría el martes 18 de noviembre. A pesar de ser martes y a las 16:15 de la tarde, el aficionado franjiverde estuvo al lado de los suyos y Altabix registró un lleno hasta la bandera.
Durante el fin de semana, el doctor Serrano y Baeza, practicante del equipo, trabajaron sin descanso para intentar recuperar al mayor número de efectivos posibles. La noche del domingo, Maspoli concentraba en el Hotel Don Jaime a todos los futbolistas disponibles, sin dar detalles de los nombres de los citados ni su estado de salud.
Finalmente se pudo recuperar a diez futbolistas y solo Lezcano, Ramírez y Hernandez no llegaron a tiempo al partido.
A pesar de la incertidumbre y de la semana tan extraña por la que pasó la plantilla, en la primera parte el equipo jugó muy bien y disfruto de una gran ocasión de gol en la última jugada del primer tiempo, en una jugada que desbarató Pesudo, portero del Valencia C.F.
Pero con el paso de los minutos, las secuelas de la gripe hicieron mella y el equipo fue perdiendo físico. Los valencianos dieron un paso al frente y fueron claros dominadores de la segunda parte, teniendo la mejor ocasión del partido al estrellar Poli un balón en la cepa del poste de la portería de Blas.
Al final, hubo un justo reparto de puntos poniendo fin a una de las semanas más convulsas de la temporada.
Antonio J. Pamies
Área de Historia del Elche C.F.
